"Las historias que cuentan" es una obra de teatro en la que cuatro historias que, aparentemente, no tienen nada que ver, surgen de un sustrato común: la dulce sensación de un libro acabado. Podríamos decir que "Las historias que cuentan" son cuatro capítulos de una historia más grande, una historia en la que quedan muchas hojas por escribir. Estos cuatro capítulos,
"Las historias que cuentan" es una obra de teatro en la que cuatro historias que, aparentemente, no tienen nada que ver, surgen de un sustrato común: la dulce sensación de un libro acabado. Podríamos decir que "Las historias que cuentan" son cuatro capítulos de una historia más grande, una historia en la que quedan muchas hojas por escribir. Estos cuatro capítulos,
"Las historias que cuentan" es una obra de teatro en la que cuatro historias que, aparentemente, no tienen nada que ver, surgen de un sustrato común: la dulce sensación de un libro acabado. Podríamos decir que "Las historias que cuentan" son cuatro capítulos de una historia más grande, una historia en la que quedan muchas hojas por escribir. Estos cuatro capítulos,
"Las historias que cuentan" es una obra de teatro en la que cuatro historias que, aparentemente, no tienen nada que ver, surgen de un sustrato común: la dulce sensación de un libro acabado. Podríamos decir que "Las historias que cuentan" son cuatro capítulos de una historia más grande, una historia en la que quedan muchas hojas por escribir. Estos cuatro capítulos,
"Las historias que cuentan" es una obra de teatro en la que cuatro historias que, aparentemente, no tienen nada que ver, surgen de un sustrato común: la dulce sensación de un libro acabado. Podríamos decir que "Las historias que cuentan" son cuatro capítulos de una historia más grande, una historia en la que quedan muchas hojas por escribir. Estos cuatro capítulos,